Annalucia Fasson Llosa (PERU)
La pandemia Covid-19 ha transformado nuestras vidas, ahora las medidas como el distanciamiento social o el uso de las mascarillas y geles alcoholizados, forman parte de nuestro día a día, pero también los gobiernos tuvieron que tomar una decisión para evitar los contagios suspendiendo las actividades no esenciales, lo cual impactó directamente a la industria de la moda.
Como sabemos los diseñadores de moda estaban acostumbrados a realizar desfiles presenciales para lanzar sus colecciones en los que asistían influencers, artistas y hasta personas de la realeza, así como se organizaban los principales Fashion Weeks como New York, Londres, París, Milán, entre otros, que imponían tendencias a nivel mundial.
Sin embargo, estos desfiles tuvieron que ser suspendidos y por lo tanto la industria de la moda tuvo que repensar en nuevos formatos para no perder a sus clientes. Es así que algunas marcas conocidas optaron por realizar desfiles virtuales o pasarelas 3D, otras como Gucci o Schiaparelli han innovado y sus colecciones las están presentando por videos, como por ejemplo Gucci Fest.
Pero a su vez la suspensión de estas actividades hizo que las grandes campañas y producciones publicitarias se suspendieran y por ende se deje de contratar a modelos de carne y hueso sustituyéndolas por modelos virtuales más conocidas como modelos avatares.
Las modelos avatares nacieron antes de la pandemia, como por ejemplo Lil Miquela, quien antes de la Covid-19 tenía más de 2 millones de seguidores en Instagram y es que esta modelo avatar creada por una start up en Los Angeles conecta con sus seguidores a pesar de no ser real, porque la hicieron con características humanas como sus pecas, no es sino con la pandemia que se ha acelerado la creación de modelos avatares teniendo un mayor crecimiento, por ejemplo en el Perú la diseñadora Anaiss Yucra o la marca CamilledeFago, a través de sus modelos avatares, han participado en pasarelas 3D para promover sus colecciones.
Esto ha generado un debate, dado que la modelo virtual reemplaza a la modelo física, pero los defensores de las modelos avatares señalan que estas modelos avatares no se cansan, no comen, no se quejan y son menos costosas, debiendo celebrar solo un contrato de locación de servicios para que la agencia cree una modelo avatar, y a su vez en dicho contrato se incluya una cláusula de cesión de uso de derechos patrimoniales para que puedan usarla.
En lo personal, prefiero una modelo real, pero no puedo negar que utilizar modelos avatares es una opción y por qué no ya una tendencia en la industria de la moda. De hecho, estas modelos avatares resultarían una alternativa para los mismos artistas e influencers, que podrían crear su avatar y estar en dos o más eventos a la vez, sin que sea necesario su presencia física.
Asimismo, muchas marcas de lujo se encuentran apostando por lanzar sus colecciones en videojuegos y es que este es uno de los negocios que ha crecido de manera exponencial por la pandemia.
Si bien tenemos que retroceder un poco en el tiempo dado que el diseñador creativo de la marca Louis Vuitton, Nicolas Ghesquiere lanzó en el 2016 una colección para los videojuegos Final Fantasy XIII, en la actualidad marcas de lujo se encuentran apostando por esta nueva alternativa como por ejemplo el año pasado Balenciaga lanzó su colección a través del video juego Afterwordl The Age of Tomorrow o Gucci se ha asociado con el famoso anime One Piece, para que sus personajes modelen sus colecciones.
Es decir, el uso de los videojuegos o del anime se presenta como una nueva estrategia para los diseñadores de moda que los utilizan, ya sea para promocionar sus prendas como para llegar a un público diferente al que estaban acostumbrados y a su vez las compañías de videojuegos han incluido una sección en la que sus jugadores pueden adquirir prendas para vestir a sus personajes favoritos, así como también para vestirse como ellos incrementando la práctica del Cosplayer.
Si bien el cosplayer suscitó un debate dado que en principio podría pensarse que se vulnera los derechos de autor, dado que los fanáticos y seguidores se visten igual o muy parecido a personajes de ficción que va desde Batman, Superman pasando por Star Wars o Harry Potter, pero ellos no lo hacen con fines comerciales sino que tiene como propósito honrar a sus personajes favoritos, es así que las grandes productoras de cine lo permiten e inclusive lo fomentan dado que esta práctica genera una conexión especial entre los seguidores incrementando la visualización de sus películas y por ende representando mayores ingresos de taquilla.
En conclusión, estamos siendo testigos de una gran transformación en la industria y que sin duda esto solo será el comienzo de una nueva forma de hacer moda y que las marcas conecten con sus clientes.
Abogada por la Universidad de Lima con Magnum Cum Laude. Cuenta con una especialización en Derecho de la Moda por el Fashion Law Institute at Fordham Law University, New York. En la actualidad es socia del área corporativa y jefe del área de derecho de la moda y retail de Muñiz, Olaya, Meléndez, Castro, Ono & Herrera Abogados. así como profesora de los cursos de Derecho de la Moda y Retail en las Universidades ESAN, Universidad de Lima, Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC) e Instituto Centro de Altos de la Moda (CEAM).